Dicen que todo lo que acaba, vuelve a comenzar.
Otro cierre más en mi vida. Algo más forzado que otros.
Habré crecido un poco? Porque si bien no dejo de lamentarme, lo tomo como casi un envión, no como una caída. Aunque aún me siento caminando a ciegas en una total oscuridad, tengo la certeza que no hay mal que por bien no venga y que sin dudas la vida está preparando algo significativamente grande para mi y que requeria que yo pase por todos estos procesos antes. No es ningún consuelo de tontos esto, porque nada, pero nada, en esta vida está librado al azar. NADA. Entonces creo firmemente en seguir con la frente en alto y darle para adelante, aunque todavía no sepa bien por que camino voy o cual ruta tomar.
Todavía me quedan algunas cartas en el bolsillo y sigo siendo joven. Me puedo equivocar una vez más. No?
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