martes, 27 de abril de 2010

Numb

Desde que rendí mal, la vida se me va cayendo a pedazos.
Tiene sus ratos buenos, pocos, muy pocos.
Paso el bendito casamiento, aun estas acá, en cuerpo, pero no estas.
Ayer con eso de que no viva mas con vos, no puedo decir que me mataste, porque la verdad me siento anestesiada, un ente, algo incapaz de sentir.
Y me levante muy muy cansada, como si no hubiera podido dormir en toda la noche y con tan solo con la idea de que tal vez estés haciendo muy bien tu labor, matando de a poco el inmenso amor que sentí por vos.
Hoy no se que quiero. Pero no voy a seguir hundiéndome. Eso, seguro.

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